El músico estadounidense recuerda que a sus 23 años, en 1974, se retiró de la escuela de música de Berklee porque lo llamaron para una sesión con el saxofonista Gerry Mulligan y ese trompetista genial que era Baker, quien vivía en un mundo bastante oscuro.
"Tocamos algunas veces, él fue bueno conmigo. Sabíamos que estaba en problemas (de drogas), pero cuando tocaba, lo hacía tan bien. Vivía el momento, y en cierta forma era aterrador, porque ¡se rodeaba de gente muy extraña! (...) Yo era muy joven y él me ayudó mucho", recuerda Scofield.
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